domingo, 11 de noviembre de 2012


EL GUERRERO ENSEÑA: 

Alguien ha estado esperando por ti. Un joven aprendiz ha elevado sus plegarías para que tu camino y el de él se crucen. Cuando lo encuentres, detente. No cometas el error de rehuir tu responsabilidad. Deberás renunciar a ti mismo en lo exterior y dedicarle el tiempo a tu discípulo. Entrégate por entero a él. Ten paciencia con sus errores. Enséñale en silencio, ayúdalo a aquietar su espíritu, a empuñar su espada y cortar las cadenas. Te molestará con mil y una preguntas inútiles e insensatas. Dudará de ti, y hasta es posible que te abandone. Pero debes estar siempre allí, con los brazos abiertos para acogerlo como a tu propio hijo criarlo, y comprenda y vuelva.
Tú lo serás todo para él. Sus ojos te observarán ávidos de conocimiento. Estudiará tu forma de caminar y la imitará. Copiará tu forma de coger el tenedor pues pensará insensatamente que eso le conducirá a la iluminación. Pero no importa. En algún momento comprenderá.
Cuando ese momento llegue, habrán establecido una de las relaciones más hermosas de esta Tierra. Serán Maestro y discípulo. Serán uno solo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Te he soñado varias veces. Te he empezado a escribir un libro, te he inventado una historia, te he inventado una forma de ser, te he inventados tus sueños, tus pensamientos; y es que esto al fin y al cabo relaja un poco esta obsesión. Me he arreglado mil veces para ti, me he salido del camino solo para encontrarme contigo, he buscado excusas estúpidas y grandiosas para hacer que nuestros cuerpos coincidan en un espacio común. Le he rogado a la vida que me envíe señales. Le he rogado a algo, a cualquier cosa, que me deje consolidar este deseo aunque fuese una sola vez. Pero supongo que mi obstinación se debe a que normalmente he podido lograr mis metas. He calendarizado mis días pensando en ti, he esperado a que llegues de sorpresa donde sabes que me puedes encontrar siempre, he esperado encontrarte donde sé que te puedo encontrar, pero la diferencia es que yo voy a ti, y pese a no dar contigo, hago algo. Pero después de eso vienen cosas aún mas humillantes que, creo, no estar dispuesta a hacer. No puedo asegurarlo porque hace un tiempo hubiese dado por obvio jamás hacer el tipo de cosas que estoy haciendo ahora. Y si me van acabando las opciones. Pero no quiero cruzar los brazos. 

Y aunque pueda parecerte un desatino, no quisiera yo morirme sin tener algo contigo.
Noviembre siempre ha sido (y al parecer seguirá siendo) un mes de decisiones y de sentimientos abordantes.   
Que las primeras subidas a un escenario, que las pruebas especiales de teatro, que los días de la música, que    los exámenes finales, que la llegada del calors. Nada más queda ver que tendrá este de interesante. Que me traiga una sorpresa, y la vida sabe perfectamente que quiero.