viernes, 7 de octubre de 2011


Se es lo que se es, lo que siempre se ha sido. Se siente lo que se siente en el centro del centro silente, tenga o no tenga evidente sentido
Y rara vez se es tal y como se quiere. Se llora lo que se llora. Uno no elige de quien se enamora, ni elige qué cosas a uno lo hieren. Y en lo más sutil de los cuerpos sutiles lejos de la noria de causas y efectos se tiene el corazón que se trae por defecto, así como Aquiles, por su talón, es Aquiles.